El acervo artístico del BROU está conformado por unas 1300 obras realizadas por artistas nacionales y extranjeros de diversas épocas, distribuidas en las diversas dependencias de la Institución en Montevideo e interior.
José Belloni nació en Montevideo el 12 de setiembre de 1882, hijo de un inmigrante suizo y de una española de origen vasco. A los ocho años, tras la separación de sus padres, su madre permaneció en la capital uruguaya junto a sus hijas, mientras que él viajó con su padre a Lugano, Suiza. Allí inició su formación artística en la Escuela Cantonal de Arte con el maestro Luigi Vassalli, continuando luego en la Escuela Profesional de esa ciudad.
En 1899 obtuvo en Uruguay una beca de escultura por concurso, lo que le permitió regresar a Europa e ingresar en la Academia de Múnich. Desde allí comenzó a enviar regularmente sus obras a exposiciones de esa ciudad y de otros centros artísticos como Roma, Ginebra, Budapest, Lugano, Lausana y Neuchâtel. Durante ese período también enseñó dibujo profesional en Tesino, Suiza.
Al finalizar la beca volvió a Montevideo, donde la Comisión del Círculo de Fomento de Bellas Artes lo nombró responsable de las clases de modelado y dibujo ornamental. Ocupó ese cargo hasta 1914, año en que, tras el fallecimiento del director Carlos María Herrera, fue designado para sucederlo en la dirección de la institución.
La vasta obra monumental de José Belloni se puede apreciar en parques, plazas y edificios de diversas localidades del país: La Carreta, La Diligencia, Monumento a José Enrique Rodó, Guillermo Tell, Ansina, Dr. Luis Morquio, Juan Manuel Blanes, Dionisio Díaz, cariátides del Palacio Legislativo, figuras de la fachada de la Catedral de Montevideo, Nuevos rumbos, entre otras.
Sus esculturas también han trascendido fronteras, fundidas en bronce y a través de reproducciones en porcelana realizadas por la casa Rosenthal.
Muchas de sus obras con temática gauchesca forman parte de la exposición permanente del Museo del Gaucho y la Moneda, en el hall de la Casa Central del BROU.
En paralelo a su trabajo creador, desarrolló una intensa actividad docente en la Facultad de Arquitectura, donde estuvo al frente de las cátedras de modelado, dibujo al natural y modelo vivo. Su taller fue un espacio de dedicación inagotable, que absorbió gran parte de su genio creador.
Belloni falleció en Montevideo en 1965, a los 83 años, mientras seguía trabajando activamente en sus esculturas. Dos años después, en 1967, fue inaugurado su monumento El Entrevero en la Plaza Fabini.