Fecha del evento: del 06 de Junio al 31 de Agosto de 2023 – de 12 a 18 horas.
Ubicación: Edificio Fundación.
Esta exposición propone un recorrido por la obra del prolífico artista Alejandro Casares Mora.
Pinturas, dibujos, acuarelas, grabados, tazas sublimadas, remeras estampadas, cajas, tablas dibujadas, ilustraciones para revistas y programas musicales, pinturas murales, esculturas monumentales…obras en las que el artista comunica, desplegando diversos estilos y temas con un profundo conocimiento de las técnicas.
Y como el propio Casares lo explica en una entrevista realizada en 1999, “… el arte es comunicación, sino no es arte; es una actitud vital y revierte en la vida y por eso creo que la meta principal del artista es revertir en su propio medio… La obra y la vida pueden llegar a tender a ser una misma cosa, a tal punto en que la obra de arte es la vida”.
Alejandro Casares Mora nació en Montevideo el 19 de enero de 1942.
Fue autodidacta en su primera juventud, aunque su relación con artistas como Jorge Damiani y Juan Boris Gurewitsch, y luego con el historiador de arte José Pedro Argul, (con quien trabajó en el Museo de Artes Visuales), le introducen en un universo que lo deslumbró y en el que experimentó incansablemente.
Más adelante se relaciona con tres artistas a quienes reconocerá como sus reales maestros: José Trinchín, Augusto Torres y Carlos González, aunque con ninguno de ellos llevó a cabo un aprendizaje en un taller regular.
En 1971 viaja a Europa, en usufructo de la Beca de Jóvenes de la Comisión Nacional de Artes Plásticas, visitando durante varios meses museos de España, Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda y Portugal.
Realizó numerosas muestras individuales y colectivas en nuestro país y en el exterior. Sus obras fueron premiadas en diversos salones y certámenes.
Si bien fue considerado uno de los principales exponentes del Dibujazo, su trayectoria artística en los años posteriores, con una producción diversa y compleja, no obtuvo en general el reconocimiento de la crítica.
Falleció el 28 de enero de 2020 en Marindia, donde estaba radicado desde hacía varios años.
Como lo expresa Pablo Thiago Rocca, “evocar la figura de Alejandro Casares significa reflexionar sobre una persona que estuvo siempre ligada al mundo del arte, desde múltiples perspectivas disciplinarias y oficios conexos. Pero, ante todo, es afirmar el talante pasional y comprometido del hombre con ese aspecto peculiar de la realidad que llamamos arte, a un punto que quizás hoy resulta difícil imaginar para las actuales generaciones.” (Revista La Pupila, noviembre 2020)
