En enero de 1916, el Parlamento aprueba una ley que establece la acuñación de monedas de plata que llevarán, en el anverso el Escudo de armas de nuestro país con la inscripción “República Oriental del Uruguay” y el año de acuñación. En el reverso estará, por primera vez, el busto de Artigas, rodeado por la leyenda “Con libertad no ofendo ni temo”, el nombre “Artigas” y el valor de la moneda. En el canto llevará, grabada en relieve, la expresión “República Oriental del Uruguay” y el año de acuñación.

En esos días, el BROU era el instituto emisor del Estado, y en ese rol, si bien solicita a los Talleres Gráficos del Estado los cuños correspondientes, varios artistas, por iniciativa propia o por invitación de diferentes autoridades nacionales, también realizaron proyectos para el diseño de esta moneda: José Belloni, José Luis Zorrilla de San Martín, José Pagani, Ángel Ferrari, Antonio Mesa, y Enrique Ramán realizaron sus bocetos inspirándose en el perfil de Artigas realizado al carbón por Juan Manuel Blanes.

Sin embargo, otros artistas se inspiran en otras imágenes. Antonio Pena lo hace de un óleo de Eduardo Carbajal, mientras que el escultor Michelena toma como modelo el único retrato realizado a Artigas en vida: el realizado por el médico francés Alfred Demersay (atribuido durante mucho tiempo a Aimé Bonpland), dibujado hacia 1846/1847 cuando visitara a Artigas en su exilio en Paraguay. Este retrato muestra a Artigas anciano, muy diferente a la imagen más difundida de Artigas, representado por Blanes en la puerta de la Ciudadela.

Debido a los numerosos diseños presentados, se resuelve formar un jurado integrado por Pedro Figari, Pedro Blanes Viale y Salvador Puig, que determinan que el modelo más adecuado para la futura moneda es el de Bernabé Michelena.

Si bien se inicia en Buenos Aires el labrado de los cuños con el diseño seleccionado, el Banco República se dirige al Poder Ejecutivo, manifestando su desacuerdo con el modelo de Michelena, argumentando que “en lugar de acuñar la efigie del héroe nacional en pleno vigor y dominio de sus energías físicas y morales, que es como lo concibe el pueblo, en cuyas manos va a circular la moneda, vamos a acuñar la imagen de un hombre decrépito, que ha llegado al límite extremo de su existencia, y cuya contemplación no puede sugerir la sensación de fuerza y serenidad que se desea obtener. Es notorio que cuando los pueblos consagran en el bronce la efigie de sus héroes, procuran darle la mayor belleza y expresión, y no eligen por cierto, para reproducir los rasgos del héroe glorificado, el período de la ancianidad caduca…”.

A pesar de la opinión de las autoridades del Banco, el jurado reafirma su decisión sobre el diseño de Michelena, fundamentando su elección en que “atribuye mayor majestad a la efigie del héroe”, habiéndose además inspirado “en el único documento que hasta la fecha puede ser considerado con alguna base de fidelidad”.

La polémica del diseño de la moneda llegó incluso a la prensa, donde se vertieron opiniones a favor y en contra del diseño elegido: “… el fundamento invocado por el Banco imponiendo como estampa definitiva de Artigas el cuadro de Blanes no puede ser atendida. No es posible limitar así la libertad de los que conciben al héroe de otro modo, cuando las investigaciones de la historia no nos proporcionan datos más fieles sobre su personalidad. La imagen del héroe no puede ser una momia ni es lógico que se la oficialice como si se tratara de un atributo subalterno…” (Diario El Día, 11 de mayo de 1916)

“…Tomad el dibujo premiado, quitadle el rótulo que dice Artigas, presentadlo luego a un hombre aun medianamente culto y os dirá ‘es un buen abuelo que espera apacible a sus nietos’, y esto nos subleva, y surge nuestra protesta con todas las energías de la verdad y en nombre de la verdad. Artigas el libertador fue un león, jamás un abuelo decrépito, de melenas cuidadosamente peinadas”. (Diario La Tribuna Popular, 27 de abril de 1916)

Luego de diversas negociaciones, en julio de 1916, el Poder Ejecutivo finalmente autoriza al BROU a sustituir el modelo de Michelena. El Prosecretario del Banco, don Raúl Montero Bustamante, viaja a Buenos Aires para resolver los cambios de diseño y la ejecución de los nuevos cuños.

La imagen de Artigas anciano fue sustituida por un dibujo, inspirado en el llamado “carbón de Blanes”, realizado por el dibujante español José Grau (Jefe de la Sección Grabados de la Casa de Moneda de Buenos Aires). En opinión del Directorio del Banco República, el nuevo diseño, aunque “sometido a una leve estilización…respeta el original (de Blanes) pero le da más serenidad y nobleza. La figura aparece con el uniforme de blandengue que por su carácter favorece a la composición y da color local a la moneda…”.

Las pocas piezas acuñadas con el diseño de Michelena (menos de veinte), se convirtieron en rarezas numismáticas.

Finalmente, en diciembre de 1916 el Banco República lanza a la circulación la pieza de $ 0.50, acuñada en plata, primera moneda nacional con la imagen del Gral. Artigas.

Como lo expresa Ana Ribeiro en su obra “Los tiempos de Artigas”, al referirse a las diferentes representaciones de nuestro prócer, “el Artigas de Blanes relega pero no invalida las decenas de rostros y estampas que la plástica dedicó a su nombre. Dado que hallar un rostro es concluir en una síntesis, los retratos que aquí se incluyen son miradas que expresan deseos y necesidades colectivas. Son pesquisas y hallazgos, y también son documentos que atestiguan que la Historia es un género de búsquedas”.

Te invitamos a conocer las dos imágenes de Artigas en la moneda, y a preguntarte ¿cuál es para vos, la que mejor lo representa?

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