El acervo artístico del BROU está conformado por unas 1300 obras realizadas por artistas nacionales y extranjeros de diversas épocas, distribuidas en las diversas dependencias de la Institución en Montevideo e interior.
Dante Picarelli Le Caldare nació en Montevideo el 5 de agosto de 1924.
Destacado acuarelista, sus primeros contactos con esta técnica surgen admirando la obra de Esteban Garino, a quien consideraba pionero de la acuarela en Uruguay. En el Colegio Alemán, con el profesor Kóvacs, de origen húngaro, “comencé mis intentos con el agua y los pigmentos del color…”.
Expuso sus acuarelas por primera vez en 1963, participando en los años siguientes en muestras colectivas e individuales en nuestro país y en el exterior.
Fue premiado en diversas ediciones del Salón Nacional, en los que participó entre 1966 y 1978.
Actuó como jurado en concursos de Artes Plásticas y entre 1981 y 2003 se desempeñó como docente, realizando también ilustraciones para libros.
Sus obran se encuentran en museos de Montevideo e interior, así como en colecciones particulares de Uruguay y del exterior.
El crítico de arte Roberto de Espada define así su obra: “Tres razones fundamentales hacen a la obra de Dante Picarelli de importancia para el género acuarelístico. Primero, su entusiasmo didáctico que mantiene vivo entre unos pocos el amor por una técnica de la sutileza y de la tenuidad, del toque justo y seguro, que ya no tiene retorno una vez asentado el pigmento sobre el soporte; segundo, por el proceso de elaboración y constante búsqueda; tercero, esa preconsciente o premeditada insatisfacción por el mundo concreto y naturalista (que ha confirmado el género acuarelista a una situación de desestímulo y desestimación por parte de la generalidad del público), y la consiguiente invención de estrategias que rescatan temática y morfológicamente a la acuarela en el arte contemporáneo. El proceso de maduración estilística y de fuga hacía la poesía es un fenómeno individual del artista, y como tal debe ser valorado, los otros citados tienen aún, un alcance mayor.
Pero me interesa destacar que lo que pasa por dentro del artista, y aparece luego en sus obras, nunca deja indemne al género en el cual se inscribe ni a quien va dirigido. Nunca es algo radicalmente individual, pues no lo son sus resonancias en el medio.
Por eso, la fuga hacia la poesía en la obra de Dante Picarelli, me parece uno de los más felices acontecimientos en la trayectoria de este artista.”
Dante Picarelli falleció en Montevideo el 19 de febrero de 2004.